PARALELO estuvo en Bioable, el Congreso Multisectorial de CBD, en busca de personajes, debates interesantes e historias no contadas sobre el estado de la industria del cannabis en Ecuador. Preguntamos a ponentes, feriantes y representantes de la industria cuáles son las conversaciones importantes sobre el cannabis y su desarrollo en el país que no se están topando en los foros de debate público. Recopilamos esas opiniones y posturas.
Andrés Luque. Director Ejecutivo de AseCanna y ex Subsecretario de Producción Agrícola.
Es necesario ayudar a aterrizar a emprendedores que piensan que el cannabis es un negocio fácil donde es posible hacerse rico rápidamente. Hay gente que —por ejemplo— ve lo que se paga por flores de CBD en países como Suiza y cree que la oportunidad es impasable pero quizás no ven que el mercado allí no es tan grande. Cuando uno ve los precios unitarios se entusiasma pero en términos de volumen no habría tanta rentabilidad en ese caso. Considero que en estratos altos de decisión del gobierno llega información con datos sobre el potencial del cannabis en términos de plazas de trabajo pero suelen ser inflados, así como las cifras de potenciales ingresos. Hay que asentar más los pies en la tierra.Hay que decir que al gobierno le falta decisión para designar el cáñamo como un cultivo priorizado. También debe educar intensamente para que consumidores y autoridades —entre muchos otros— puedan distinguirlo de la marihuana psicoactiva, sin juicios de valor. Que alguien pueda ir preso en 2022 por tener un poco de flor psicoactiva es una barbaridad.
Daniela Onofre. Subsecretaría de Producción Agrícola. Regulación y cultivo de cáñamo. Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Hablar sin miedo de los beneficios de la planta de cannabis en diversas áreas es urgente. El cáñamo se despenalizó hace años en Ecuador pero aún hay gente que piensa que es una droga peligrosa o no tienen idea de lo que se puede hacer con él. Coincido con Luque en que es necesario diferenciar el cáñamo del cannabis psicoativo.
En esa misma línea, en Ecuador debemos saber que en otros países la despenalización del consumo recreativo de cannabis ya es una realidad. Entiendo que por temas regulatorios se haga una diferencia entre cannabis psicoactivo y no psicoactivo, pero es importante hablar sobre la planta de cannabis y el abanico total de beneficios.Se ha promocionado a la industria del cannabis como rentable y lo puede ser. Cuando emprendedores o empresarios hacen planes de negocio y flujos de caja, los números son buenos. Estos pueden mostrar un retorno de una inversión de 1 millón en, por ejemplo, dos años.
Sin embargo, me gustaría que se sepa que el mercado local no es tan grande como se piensa y que el consumo nacional no es masivo. La exportación es más atractiva para los productores. Pero para poder hacerlo con éxito se necesita un producto de mucha calidad que compita con cultivos del extranjero que tienen un desarrollo industrial de calidad con años de ventaja.Sobre las líneas de comercialización, aún hay fallas y por eso no se cierran bien las cadenas productivas, la logística de movimiento de producto, certificaciones, etc. Debemos ser más francos sobre el hecho de que recién estamos comenzando. Nos falta por lo menos dos años para tener genéticas adaptadas y estabilizadas con el conocimiento técnico para su manejo y producción a gran escala para abrir líneas de exportación.
En el Ecuador hay una sola genética registrada legalmente para comprar y cultivarla, así que muchos licenciatarios están importando genéticas de otros países y hay que comprender que no están adaptadas al trópico.Algunas empresas ya han importado semillas y están haciendo ensayos agronómicos de estabilización y adaptación.
Sin embargo, aún es poco porque los trámites para importarlas son largos. En ese sentido, la inestabilidad regulatoria es un riesgo enorme para inversionistas porque no se sabe si de un momento para otro cambiarán las reglas del juego.
Eduardo Monge. Gerente de Hemp Ecuador Labs.
El tema sobre el que se debe hablar más y mejor es el uso correcto del cannabis, lo cual incluye dosificación y métodos. Aún no hemos discutido eso al detalle. De igual forma el prejuicio que persiste en la sociedad ecuatoriana contra el cannabis y la desinformación que emana de algunos medios son temas que no hemos topado como industria.De igual forma, en el corto tiempo que estamos en el mercado hemos visto que falta tener más clara la identificación de las variedades de semillas que pueden adaptarse mejor aquí, así como el financiamiento para proyectos y regulación clara que permita desarrollar productos de calidad que puedan competir en mercados externos.
Fabricio Carbo. Miembro del equipo de Regulación de la Producción de Materias Primas y Cáñamo. Ministerio de Agricultura.
Hay varios temas no explorados en mayor profundidad. Uno crucial es la producción de información rigurosa. En esta industria hay gente responsable, informada y preparada que ha avanzado con pasos cortos y vista larga pero hay actores que se aprovechan de la desinformación persistente lo que pone en riesgos los planes de inversión. Hay gente que desea invertir pero la falta de información confiable es una amenaza y hay medios que comunican de manera inadecuada y sensacionalista.
Es necesario hablar mucho sobre la promoción y protección de una regulación que favorezca el crecimiento de esta industria. Y hay que reconocer y hablar de una realidad: la principal barrera ahora mismo es regulatoria. Los desfases y problemas derivados de un sistema no eficiente amenazan la regulación ecuatoriana, una de las mejores del mundo actualmente. Estas amenazas podrían echar por la borda planes de desarrollo industrial y hacer que la cadena de valor se afecte.
Gabriel Buitrón. Miembro de Ecuador Cannábico y de la Fundación Educativa Ecuador Sisakuna & emprendedor con Lua Lua Growshop.
Es importante que en encuentros empresariales como este no se queden afuera conversaciones sociales relevantes. Y la más importante es el reconocimiento del papel determinante que las asociaciones, organizaciones, activistas, cultivadores y consumidores han jugado en el goce de los derechos tenemos ahora.
Un peligro real es caer en una dualidad discursiva y práctica en la cual el movimiento social cannábico va por un lado y el empresariado del cannabis por otro. En ese escenario se pierde fuerza política y oportunidades para alcanzar mayores y mejores derechos para consumidores y empresas.
Pronto vendrán elecciones y hay que pensar y hacer proyecciones, pues hay poca visión sobre lo que serán las políticas del cannabis en Ecuador en 15 o 20 años sobre los derechos que pueden alcanzar, primero las personas, y después las empresas.Aunque se lo niegue, hay ya monopolios formándose en la industria ecuatoriana.
Es necesario decirlo y plantear alternativas. De igual manera vemos ya en funcionamiento un lobby de alto nivel donde algunas empresas grandes han ganado demasiado poder.
Héctor Mora Carpio. Representante de CBD Solutions.
En la parte técnica no se habla suficiente sobre cómo comenzar en esta industria y cómo desarrollar un proyecto de cannabis. No hay mucha conversación al respecto. Ahora mismo las mayores dificultades que encontramos están en los productos terminados. CBD Solutions entró en la industria por la promesa de facilidades para desarrollar productos alimenticios, farmacológicos y cosméticos, todos estos productos ahora en riesgo de no desarrollarse por temores sobre posibles alteraciones de la normativa.
Tengo clientes esperando ver qué pasará con las definiciones de la normativa para saber qué productos se podrán hacer. Pero hay que ser optimistas. Estos momentos complejos pasarán y hay mucho para desarrollar. Ecuador es un país de agricultores con gente con experiencia.
Juan García Langer. Gerente para Latam de Bionoid.
No se habla suficiente sobre dónde están los mercados internacionales para el cannabis ecuatoriano. Indagar sobre qué tamaño tienen y cómo acceder a ellos es fundamental. Hay que buscar de verdad qué se está haciendo afuera, buscar mercados reales y saber qué buscan o qué requieren para contestar preguntas sobre el fin de los productos. Sí hay entusiasmo en el aire y gente con ganas de producir pero sin saber a quién venderlo.
El cannabis en Ecuador es una industria en desarrollo y tomará tiempo. Entrar al mercado “a ver qué pasa y ya veré a quién vender” es una receta para el desastre. Ahora vemos en los medios noticias sobre empresas con proyectos de inversión en cannabis pero casi siempre son PR stunts, nada más.
Lizbeth Fajardo. Gerente de la Corporación de Estudios y Desarrollo de Cannabis Medicinal y Gerente Financiera de Mayu Ecuador.
El cannabis es una industria naciente en Ecuador. En ese sentido hay un gran trabajo pendiente de involucrar actores y entablar diálogos —por ejemplo— con autoridades de salud, directores de hospitales públicos y privados, aseguradoras, etc. para que el cannabis se considere una terapia válida en el cuidado de la salud. Adicionalmente, en este momento las normativas pueden ser barreras de entrada en la industria. Otra barrera puede ser el financiamiento para emprendimientos y nuevas compañías, así como la falta de apertura de líneas de crédito desde el Estado para el desarrollo de la industria.
Paul Moreno Arteaga. Fundador de la Cooperativa Ananda.
No se habla sobre cómo involucrar a los consumidores finales que pagan por productos cannábicos, no solo como clientes sino como pacientes de la cadena de valor del cannabis. Fueron los padres, madres, abuelos, etc. quienes con su apoyo y constancia lograron que el cannabis salga de la sombra y que se lo regule para tener acceso a medicina de calidad.En el ámbito político, lo que me molesta de la industria en Ecuador es que el Estado no sabe lo que regula.
Tenemos cientos de anécdotas que contar sobre gestiones en notarias, ministerios, municipios, etc. para tratar temas relacionados con cannabis. La gente simplemente no sabe y es muy complicado moverse así. El Estado no comunica. Y desde el punto de vista de licenciatario, el Estado debe educar a agencias de seguridad así como jueces y fiscales con alguna campaña que diga claramente: “El cannabis ya es legal en Ecuador”.
Desde mi punto de vista debemos hablar sobre cómo escalar el cultivo y la producción de derivados. Estamos un poco atrasados en temas de normativa y tenemos que trabajar juntos como industria para llegar a mercados mundiales. Ahora cada licenciatario trabaja en su giro de negocio, en flores, extractos, cosméticos, etc. Por eso debemos identificar como cluster qué podemos hacer unidos, validar variedades y procesos de extracción, productos finales, etc.En está industria debemos tener más conversaciones sobre cooperación.
La competencia no está entre HAMPI, CannAndes, Hemp, CBD Solutions, etc. La competencia va con Colombia, Uruguay y Canadá, entre otros. CannAndes acaba de exportar producto pero tuvieron muchas trabas en el camino como problemas aduaneros y poca claridad en los protocolos para sacar materias primas del país. Por ejemplo, si quiero exportar a Europa o Asia, necesito saber exactamente qué requisitos debo cumplir como exportador.
Sabemos que el mercado local no es tan grande para los 130 licenciatarios actuales, así que salir con los productos es clave. ¿Cómo vamos a atacar el mercado externo? Esa es la principal pregunta para mí, pues tenemos las condiciones para generar productos de calidad a precios competitivos.Una parte complicada es la inestabilidad jurídica y la falta de comunicación del proyecto cannabis Ecuador. Es verdad que el Ministerio de Agricultura puede gestionar tranquilamente una licencia en dos meses pero el ARCSA puede demorar hasta ocho en un permiso. Es decir, no hay sinergia ni comunicación entre las entidades del Estado. La comunicación entre entes regulatorios es mala.
Santiago Trejo. Presidente de HAMPI y consultor en asuntos regulatorios.
La legalidad es una conversación clave. En pocas palabras, esto quiere decir saber cómo no ir preso al meterse a producir cannabis. Es indispensable que todas las personas que se involucren en la cadena de valor dominen al derecho y al revés el marco legal, pues su libertad está en juego y deben saber cómo defenderse.De igual forma debemos vigilar para tener una regulación que entienda el momento que vivimos.
Con la reforma del COIP se despenalizó el cannabis no psicoactivo y se lo reconoce como medicina. Debemos hablar sobre avanzar a un estado donde se garantice el autocultivo regulado y donde se deje de criminalizar y penalizar, entendiendo que estamos hablando de una sustancia que camina ya hacia la legalidad en otros países.
Finalmente, creo que los prejuicios, intereses oscuros y posibles cambios a la regulación del ARCSA son tres barreras con las que contamos hoy.
Valeria Cerón. Directora Comercial de CBD Solutions.
No se da importancia ni se habla sobre la educación en instancias públicas con poder de decisión. Hay mucha falta de información y entre ellas no se comunican bien. No entienden lo que pasa y no están en la misma página. Deben saber lo que está pasando. Hay entidades que sí nos han dado la mano pero hay otras que frenan a raya porque no están informados. En algunas muchos sigue creyendo que cultivadores de cannabis son narcotraficantes.